Las manías en la conducción que te pueden costar dinero

LAS 5 MANÍAS AL CONDUCIR QUE PUEDEN DAÑAR TU COCHE (Y TU BOLSILLO)

Al conducir es frecuente que vayamos adquieriendo pequeñas costumbres o manías que al repetirlas una y otra vez pueden contribuir a dañar partes importantes de tu coche, algunas por insignificantes que parezcan pueden ser muy perjudiciales, aquí te explicamos 5 de las más habitulares, ¿tú también las tienes?

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1. Acelerar cuando el motor aún está frío

Es una de las costumbres más extendidas. Existe la errónea creencia de que lo mejor para el motor cuando lo acabamos de arrancar es darle unos buenos acelerones para que así se caliente cuanto antes. En realidad, el aceite aún no alcanzado su temperatura ideal para poder lubricar todas las partes móviles del motor por lo que lo estamos sometiendo a un gran desgaste. Además, una vez iniciemos la marcha, deberemos ir adquierendo velocidad de manera progresiva, sin dar acelerones bruscos.

 

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2. Apoyar la mano en la palanca de cambios mientras conducimos

Otro de los clásicos. Con esta manía sometemos a presión a los mecanismos internos del sistema de cambio, lo que favorecerá que puedan aparecer problemas como vibraciones de la palanca o dificultades para engranar las marchas. Además ten en cuenta que conducir sujetando el volante con una única mano no resulta seguro.

 

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3. Conducir en reserva de manera frecuente

Conducir con poco combustible puede estar dañando la bomba que en muchos coches actuales está sumergida en el propio depósito. Con menos de 5 litros de combustible estamos arriesgándonos a que la bomba no esté correctmente lubricada y que pueda sobrecalentarse.

 

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4. Dejar apoyado el pie sobre el embrague

El embrague de nuestro coche es un mecanismo que funciona por la fricción de elementos móviles y se va gastando con el uso. Si mantenemos apoyado el pie sobre el pedal estaremos ejerciendo una pequeña presión constante que irá desgastastando poco a poco el embrague.

 

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5. No revisar la presión de los neumáticos

Más que una manía éste es un mal hábito. Si no controlamos la presión de nuestras ruedas podríamos estar circulando con los neumáticos bajos de presión, lo que contribuye a deteriorar mucho antes tanto el dibujo como la estructura del neumático. Hace que la vida del neumático sea menor y que nos expongamos incluso a un peligroso reventón.

 

Si alguna de estas manías te resultan familiares, concéntrate para tratar de eliminarlas y seguro que tanto tu bolsillo como tu seguridad al volante te lo agradecerán.

 

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