1. Presión de los Neumáticos
Revisar y mantener la presión adecuada de nuestros neumáticos tiene una relación directa con el gasto de combustible en nuestro vehículo ya que con una presión insuficiente el neumático se deforma, se sobrecalienta y aumenta la resistencia al avance. Comprobar las presiones de nuestros neumáticos no solo nos interesa por motivos de ahorro sino también por razones de seguridad ya que el neumático no aprovechará sus prestaciones y modificará su comportamiento. Por contra, un neumático excesivamente inflado disminuye la superficie de contacto con el suelo hace que perdamos adherencia con el mismo.

2. Filtro y puesta a punto
Debemos comprobar que nuestro vehículo no esté fuera de punto si notamos que su consumo habitual ha aumentado o si el fabricante nos recomienda hacer algún mantenimiento periódico. Circunstancias como que el filtro del aire esté sucio, los inyectores obstruidos o bujías en mal estado hacen que para obtener el mismo rendimiento tengamos que gastar más combustible (¡a veces hasta un 20% más!).

3. Circular a las revoluciones adecuadas
Lo ideal sería circular entre las 1,500 / 2,000 r.p.m. para vehículos diesel y 2,000 / 2,500 para los de gasolina. Normalmente por encima o por debajo estaremos exigiéndole un esfuerzo extra a nuestras mecánicas. Los cambios a marchas superiores, deben producirse en el momento en que alcancemos el par máximo del motor, de manera que al pisar el embrague no notemos un descenso significativo del empuje, de lo contrario seguramente estemos cambiando a un número de revoluciones excesivo. Cuando atravieses un tramo ascendente, trataremos de reducir la marcha lo más tarde posible.

4. Velocidad uniforme
Evita todo lo que puedas los acelerones y frenazos bruscos. Trata de anticiparte al tráfico y optimiza la inercia de tu vehículo. Procura no tener que recurrir a pisar el acelerador a fondo y trata de utilizarlo en un rango de hasta 3/4 partes del total de su recorrido.

5. Bajar las ventanillas
Emular al conocido anuncio de BMW cuando el conductor circula plácidamente con la ventanilla bajada puede no ser muy recomendable si circulamos a más de 90 km/h. A partir de esa velocidad, la resistencia que ofrecemos al aire crece exponencialmente lo que supone un esfuerzo extra al avance que se traduce en un aumento del gasto de combustible.

6. Uso del aire acondicionado
A velocidades reducidas puede que nos resulte más interesante bajar las ventanillas de nuestro coche, pero si curculamos por carreteras o autopistas a más de 90 km/h mejor usar el aire acondicionado con una intensidad moderada. Un uso excesivo supone un esfuerzo extra para nuestro motor, lo que requerirá más gasto de gasolina.

7. Bacas o cofres en el techo
Siempre que no utilicemos elementos como bacas o cofres de almacenaje sobre nuestro coche lo más recomendable es retirarlos ya que suponen un empeoramiento de nuestra aerodinámica y por tanto más consumo.

Esta entrada fué publicada en Lunes, diciembre 1st, 2014 y está archivada en la categoría General. Puede leer las respuestas a esa entrada a través del RSS RSS 2.0. Ni el pings ni el comentario están disponibles.